UNA RED QUE SURGE A PARTIR DE LA MUERTE DE UN PIBE
En los últimos ocho años en la
ciudad de Viedma 16 jóvenes perdieron la vida en situaciones violentas, accidentes,
gatillo fácil y peleas entre ellos. Esto sucedió entre los
barrios Lavalle, Mi Bandera, Nehuén, 30 de marzo, 22 de Abril y Loteo Silva. Para
tratar los temas de violencia que se vieron reflejados en este sector de la
ciudad, en el año 2006 surge la red en el centro de salud
" Mi Bandera", como una alternativa para tratar los temas de
violencia y todo fue a raíz de la muerte de un adolescente por parte de otro
adolescente, una pelea de barras, que género una gran conmoción en el
barrio.
Esta salita que atiende a 17.000
habitantes, casi un cuarto de la población de la capital de Rio Negro, no
cuenta con la capacidad para atender la total demanda que se hace por parte de
los vecinos, y la falta de repuestas por parte del estado, hace que esta situación se agrave.
Frente
a esto charlo con nosotros, Ailin Gallo de 28 años de edad, trabajadora social, desde hace 2
años y medios se dedica a ser residente en el Centro de Salud del barrio, de la
ciudad de Viedma. Además, forma parte de la RED y nos cuenta como esta agrupación trata de planificar y articular soluciones a estos problemas a
partir de ideas en común que se proponen solucionar estos conflictos que nos
preocupa a todos.
¿Cuál
es el mayor problema por el que atraviesa el centro de salud en la actualidad?
Uno de los
mayores problemas que tenemos es el espacio para poder pensar otro tipo de atención, poder
otorgar más turnos, pensar actividades grupales. Las demandas son de distinto
tipo y dependen de las distintas estaciones del año, tienen una población de niños muy grande y en
invierno hay muchas enfermedades respiratorias, así como en verano aparecen
casos de diarrea. Hay muchos embarazos de riesgo, por suerte ahora hay
ginecólogos y obstetras, antes no lo tenían.
De esta forma, de
la población joven y adolescente es muy difícil que se pueda tener un
seguimiento de atención por eso se hacen visitas domiciliarias para esto el
Centro de Salud cuenta únicamente con dos agentes sanitarios, lo que dificulta
mucho esta tarea.
En tal sentido,
trabajan muchísimo en Red es así que en el barrio se constituyó una Red que tiene
participación de muchas instituciones y se constituyó por la muerte violenta de
un joven. Desde ese momento a la fecha hemos contabilizado 15 muertes violentas
en el barrio. En este caso fue una muerte entre bandas, que después constituyó
en una represión de la Policía a los jóvenes del barrio.
Pero también
hubo muchos casos, como los de Atahualpa Martínez y casos que se suponen de
gatillo fácil, con mucha impunidad. Después accidentes de transito, muertes
entre bandas, nosotros consideramos también muertes violentas cuando tienen que
ver con el consumo y los suicidios, muertes que tienen que ver con causas
externas que no deberían existir en esas franjas etarias.
¿Participa alguna institución dentro de la red?
Y las
instituciones que vienen participando en la Red son el Centro de Salud, el
CADEN, hay participación del obispado, Promoción Familiar, las escuelas
primarias y secundarias, el programa ECOS, la fundación Creando Futuro, la
fundación SI, esas son las instituciones que participan con mayor frecuencia,
después existen otras. Cuando las reuniones eran dentro de la Junta Vecinal,
también participaba la Junta Vecinal, eso en los últimos años no se pudo
sostener. Cuando hay días especiales, por ejemplo por el festejo del día del
niño participaron la fundación SI, la Universidad del Comahue participa siempre
sin ser una organización estatal.
¿Cuáles son los principales problemas de violencia
que surgen?
En torno a la
violencia hay una demanda muy fuerte en las instituciones educativas,
entendiendo que hay muchos casos que se dan ahí y genera mucho ruido dentro de
la función educativa. De alguna manera, cuando participaba la comisaría del
barrio en las reuniones se tocaba mucho el tema de la violencia de género. Pero
el tema principal, de hecho hicimos relevamientos con los vecinos del barrio
para saber cuál era la visión que tenían, ellos entienden que la violencia
callejera y entre jóvenes es la problemática principal.
Siempre la
plantean asociado al consumo y nosotros que trabajamos en eso nos damos cuenta
que no siempre se asocia al consumo. Y también hay mucha violencia
institucional, eso lo vemos a partir del relato de los jóvenes, esto de
encontrarnos en la salita del barrio o haciendo visitas domiciliarias, nos
plantean que la Policía los maltrata verbalmente.
¿Cómo actúan
frente a una situación de violencia?
Los casos de
violencia de las personas del barrio con el personal yo nunca los he vivido. El
hecho de que no tengamos espacios físicos o consultorios, por ejemplo de
patología de niños sanos, genera un malestar que lo trabajamos en equipos, eso
también es violencia.
En casos por
ejemplo de violencia de género lo trabajamos con la persona cuando se constata
y aparece en el consultorio, llamamos a Servicio Social y el Servicio de Salud
Mental, se trabaja mucho con la unidad de violencia que está en el hospital y
si la persona está dispuesta se hace la denuncia. En los casos de abuso o
sospecha de abuso a un niño, tenemos la obligación de informarlo porque es un
delito público, ya no es del ámbito privado.
Se hace un
seguimiento del caso en la familia, desde la unidad de violencia o el Servicio
de Salud Mental. Pero como la unidad de violencia es la que trabaja esto,
mayormente, muchos vecinos se pierden en el camino, estamos hablando de 50
cuadras de diferencia y no tienen los recursos económicos necesarios para
salir. Muchas veces desde el servicio de Salud Mental y la salita se trata de
acompañar en esos casos, porque no van a venir a la unidad de violencia. Si
bien genera mucho más demanda y no tenemos los recursos necesarios, muchas
veces uno lo trabaja.
Lo ideal
sería que la unidad de violencia tenga más personal y trabaja de forma más
descentralizada. Una persona que vive en estos barrios tiene menores recursos
que los de otros sectores de Viedma y esto es una vulneración de los derechos
que ya tienen, una situación de abuso es mucho más difícil tratar en una
persona que vive en el 30 de marzo antes que una persona que vive en Santa
Clara. Si bien el hecho ya ocurrió, para defenderse institucionalmente, es
mucho más difícil allá.
¿Qué cambios se evidencian en las
situaciones de violencia en el barrio y cómo impacta el trabajo que ustedes
vienen realizando?
Es difícil
evaluarlo, en el poco tiempo que hace
que estoy, creo que ha menguado un poco a cuando empecé a laburar en el barrio,
esto tiene que ver a algunas políticas públicas o programas de desarrollo que
se han establecido como por ejemplo el ECOS que era bastante importante, la RED
también este año ha tenido un funcionamiento, en comparación a los otros años en
los que yo estuve mucho mayor por esto, por la participación de otras
instituciones y después el trabajo puntual que si les puedo decir, que hemos
hecho desde la residencia, ha habido un cambio muy grande en el grupo, el hecho
de poder empezar a ponerle palabra a ciertas situaciones que viven los jóvenes
en el barrio, y construir identidades desde otra perspectivas más positivas
genera un cambio, el hecho de que haya hoy en día programas más recreativos
genera también un cambio. El año pasado participa también la comisaria de la
red, un comisario con una perspectiva de trabajo interinstitucional muy
interesante, que después bueno fue retirado de esa función y me llamo la
atención porque jóvenes del barrio que participaban de la red del ECOS
planteaban que la relación con la policía también se modificaba, creo y apuesto
a ese tipo de intervenciones, en la escuela o en algunos territorios empezar a
ponerle palabra a ciertos hechos. Este año tuvimos la muerte de un joven con
dos chicos intoxicados con alcohol, en una pelea en una riña y nos encontramos
en poder acompañar a los familiares en el proceso de pedido de justicia por
ejemplo, no es una tarea directamente asociada a la salud pero poder acompañar
a esas familias, poder hablar, poder contenerlas por lo menos participar de las
actividades que se proponen y plantar una postura me parece que es esencial y
después entender también que lo que nosotros queríamos también plantear en
todos lados, que violencia no es solamente
a física o verbal, sino que también es violencia las condiciones de vida con la
que nos encontramos todos los días, el hecho que gran parte de la población del
barrio 30 de marzo tiene letrinas los chicos viven en condiciones terribles o
que hay una gran población que vive en casillas con piso de tierra, que no
tengan ingresos que no hay trabajo eso es una situación de violencia cotidiana
que esta invisibilidad eso desde la red tratamos de denunciarlo muchísimas
veces, con poca suerte en relación a como los medios de comunicación lo trae,
siempre los mismos medios de comunicación que no son los más masivos.
Muchas gracias Ailin!
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